viernes, 30 de noviembre de 2012

Érase una vez...


     De este modo comienzan las historias bonitas con final feliz, algo muy alejado de la realidad que les tocó vivir a muchos de mis familiares, emigrantes forzosos que buscaban una vida mejor en América Latina y Alemania. 
Yo como muchos de los jóvenes gallegos, crecí escuchando esas historias que más bien me sonaban a fábula.¡Quién nos iba a decir a nosotros  que vivíamos entre algodones,que en un futuro no muy lejano estaríamos en la misma tesitura!.
Por eso de un tiempo a esta parte, raro es el día que no le echo en cara a mi madre que no me enseñase el alemán (ella vivió durante diez años en una pequeña ciudad costera del norte de Alemania (Cuxhaven), a lo que ella siempre me responde lo mismo:
-Es que yo no estoy capacitada, yo realmente no sé.
Ah! ahora resulta que vivir diez años en un lugar haciendo vida laboral y social y que veinte años después sigas defendiéndote con fluidez no es saber un idioma...¿y entonces porque nos empeñamos en irnos todos a London y sucedáneos para aprender o perfeccionar nuestro inglés? ¿un poco contradictorio no?

Pues este ejemplo tan banal me sirve para insistir una vez más en que no todo tiene que ser blanco o negro, existe una amplia gama de grises.¿Porqué creemos que sólo sabemos de algo cuando los estudiamos?.
Que no conozcamos a pies juntillas los entresijos de un gremio no significa que no lo entendamos o incluso que no seamos usuarios habituales.Pues los mismo pasa con la comunicación, sin ser profesionales en la materia todos la usamos como herramienta imprescindible y es esto lo que la hace omnipresente, tanto, que hasta algo que aparentemente no tiene nada que ver, como es una serie de televisión, le dedica un fragmento de reflexión.





La comunicación es una de las primeras cosas que aprendemos en la vida; es curioso que conforme vamos creciendo y asimilando palabras y aprendiendo a hablar, menos sabemos lo que decir o como pedir lo que queremos de verdad.
Al final no puedes evitar hablar de ciertas cosas.Hay cosas que no queremos escuchar.A veces hablamos porque no podemos estar callados mas tiempo. Hay cosas que exceden a las palabras, son producto de la acción. A veces hablas porque no hay alternativa…otras cosas te las reservas; y no siempre, pero... de cuando en cuando algunas cosas hablan por si solas.




Y después de que Lucía una gran amiga, mejor profesional,  se "comunicase" conmigo para me hacerme llegar este fragmento de Anatomía de Grey, os  invito a que reflexioneis y si os apetece deis vuestra opinión.

2 comentarios:

  1. Me encantó ese capitulo y esas palabras son de las que te hacen pensar.
    Y centrandome en la primera parte del post, en lo de los idiomas, tienes toda la razón del mundo, yo estoy en la misma situación y si es cierto que aunque no seamos profesionales de un sector, a veces se nos da bien o sabemos mucho e incluso a veces, no somos conscientes de nuestra capacidad.

    http://be-beauti-ful.blogspot.com.es/

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  2. Al final me estas convenciendo de que la publicidad esta presente cada dia en nuestras vidas, al fin y al cabo, todos en el boca a boca, como en el episodio, SOMOS LA MEJOR PUBLICIDAD...

    P.D: Me gusto como has comparado la foto de la cigarra y la hormiguita con la situación de crisis que estamos viviendo ahora mismo, y me pregunto... que quizas fui mucho tiempo cigarra ya... de todos modos tengo que contarle este cuento a mi sobrino para que no le ocurra lo mismo.

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